Ya sea frente a la ventana, en el centro de la habitación o en un rincón acogedor del salón, el sofá siempre encuentra su lugar. Elemento clave de tu decoración interior, invita tanto al relax como a la conversación, combinando un confort generoso con una estética marcada. En Miliboo, cada modelo está diseñado para adaptarse a tus necesidades: sofá de 2, 3 o 4 plazas según el espacio, sofá rinconera derecho o izquierdo para estructurar el ambiente, o sofá modular para componer libremente tu salón. Tejido suave o sofá de cuero con carácter noble, terciopelo acanalado envolvente o lana bouclé de tendencia, espuma mullida o asiento más firme: cada material y cada detalle contribuye a crear un ambiente que refleje tu estilo. Ya prefieras las líneas limpias del estilo escandinavo, la elegancia contemporánea o el encanto vintage, el sofá de diseño es un verdadero sello de identidad en el hogar. Funcional sin renunciar al diseño, también puede ser un sofá cama para recibir a tus invitados, reversible para adaptarse a tu espacio, con almacenaje integrado, reposacabezas ajustables o completamente desenfundable para facilitar el mantenimiento.
El sofá no es solo un simple mueble: es el corazón del salón, un lugar de descanso, convivencia y expresión de tu estilo personal. En Miliboo, te ofrecemos una amplia selección de sofás de diseño que combinan estética, confort y funcionalidad para satisfacer todas tus necesidades de decoración de interiores.
El sofá de 2 plazas, compacto y funcional, mide entre 140 y 170 cm de ancho y entre 80 y 90 cm de profundidad. Es ideal para espacios pequeños, estudios o habitaciones de invitados. Perfecto para leer solo o charlar en pareja. A menudo se utiliza como complemento de un sillón o de un sofá más grande en estancias amplias. Gracias a su tamaño reducido, se integra fácilmente en configuraciones versátiles y es fácil de mover.
Con una longitud de entre 180 y 220 cm y una profundidad de asiento de hasta 60 cm, el sofá de 3 plazas ofrece el equilibrio perfecto entre comodidad y aprovechamiento del espacio. Se adapta a la mayoría de los salones, permitiendo que varias personas se sienten cómodamente sin recargar el ambiente. Es una opción ideal tanto para decoraciones clásicas como modernas, y se puede complementar con cojines o mantas para añadir un toque personal.
Perfectos para grandes salones, estos sofás anchos (de 230 a 280 cm y más) ofrecen un mayor confort, con asientos profundos (hasta 65 cm). Son ideales para espacios abiertos o familias numerosas. Su fuerte presencia en el salón requiere un cuidado especial a la hora de colocarlos.
Convertible en cama, resulta inestimable en espacios multifuncionales. Cuando está desplegado, el sofá cama suele tener una profundidad de 200 cm. Los colchones varían en grosor de 6 a 14 cm, según el uso, en espuma o muelles, para un confort que va del uso ocasional al diario. Algunos modelos incluyen un somier de láminas y un auténtico colchón de alta resistencia, que ofrece un descanso comparable al de una cama tradicional. Su mecanismo de apertura puede ser más o menos intuitivo ( sistema express, clic-clac o gigogne).
La solución ideal para estructurar una habitación, puede medir 250 x 200 cm o más. Optimiza los asientos y define las zonas de estar en los grandes espacios. Puede equiparse con un respaldo meridiano o esquinero para favorecer la relajación extendiendo las piernas. El sofá esquinero se utiliza a menudo como suave separación entre el salón y el comedor en una zona de estar abierta.
Se adapta a las necesidades variables gracias a sus módulos (de 70 a 100 cm cada uno). Es ideal para interiores en movimiento o para quienes les gusta la personalización. Cada elemento puede reposicionarse, sustituirse o añadirse, lo que le da total libertad en su distribución. Es una elección particularmente pertinente en los espacios contemporáneos o en los interiores de hogares jóvenes en proceso de construcción.
Con una anchura de 100 a 130 cm y una profundidad de 70 a 80 cm, este modelo es ideal para rincones, recibidores o espacios singulares. Combina estética y practicidad. Su silueta compacta no excluye la comodidad, especialmente cuando su respaldo está generosamente acolchado. También puede utilizarse como elemento decorativo, con un color brillante o un material llamativo.
Líneas minimalistas, colores sobrios y una integración fluida en el espacio caracterizan esta estética modesta. Prioriza la funcionalidad y la armonía visual, con sofás de estructura baja, patas finas y formas regulares.
Líneas claras, colores naturales y patas de madera caracterizan este estilo, ideal para un ambiente luminoso y sobrio. El sofá escandinavo promueve una sensación de espacio y claridad, a menudo acentuada por textiles en tonos pastel y elementos en materiales naturales como la madera clara, el ratán o el lino.
Con sus formas atrevidas, materiales modernos y acabados originales, el sofá de diseño es un elemento decorativo clave. A menudo se diseña para contrastar con su entorno, aportando una dimensión artística y expresiva al espacio.
Materiales cálidos, colores envolventes, complementos textiles diferentes: estos estilos crean un espacio vivo y relajado. Los estampados, los flecos y los tejidos crudos se expresan plenamente, con una sensación de confort sensorial y autenticidad.
Robusto y elegante, el cuero evoluciona con el tiempo. Un sofá de piel requiere cuidados especiales, pero sigue siendo una apuesta segura con el paso del tiempo. Está disponible en cuero plena flor, pigmentado, anilina o semianilina, cada uno de los cuales ofrece un nivel diferente de tacto, pátina y resistencia. Su aspecto envejecido también puede potenciar el alma de un interior.
Disponibles en algodón, lino, microfibra o sintéticos , los sofás de tela son versátiles. Algunos modelos son desenfundables o antimanchas para facilitar su cuidado. La elección de la trama, el acabado y el color también influye en el tacto, el ajuste y el aspecto.
Apreciado por su tacto cálido y su brillo, un sofá de pana añade relieve a los asientos y es perfecto para un ambiente acogedor. Atrapa la luz sutilmente y añade profundidad visual a la vez que aguanta bien el paso del tiempo.
Suave, afelpada y texturizada, refuerza el efecto acogedor del salón. Combina a la perfección con los materiales naturales. Evoca los interiores acogedores, escandinavos o japoneses, donde el confort y la textura desempeñan un papel sensorial clave.
Un sofá le beige, gris o blanco establece una base neutra fácil de integrar. El amarillo, un sofá verde o el azul crean un contraste más fuerte, con un efecto más tónico o profundo según el tono. El terracota es una estrella en ascenso, cálido sin ser demasiado saturado. Las tonalidades oscuras, como el negro o el azul noche, estructuran el espacio, pero deben equilibrarse con los demás elementos de la habitación. El color del sofá es siempre una elección en armonía con su entorno más cercano.
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