Las sillas de diseño suelen destacar por su originalidad, con líneas innovadoras que a menudo se asocian a un estilo vanguardista y contemporáneo.
Los elementos que conforman estas sillas son muy variados. Pueden asentarse sobre cuatro patas pero también sobre una base regulable metálica u otras estructuras diferentes. Suelen carecer de reposabrazos, pero algunos modelos recurren a ellos, especialmente si van destinados a oficinas.
En lo que respecta a los materiales de su parte exterior, los más habituales suelen ser el tejido, el cuero, la polipiel y los materiales plásticos.
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